Arena de la Playa

Siempre quieta, siempre inmóvil,

Arena de la Playa.

Con tus diferentes caras,

gracias al mar y al sol,

tu más fieles amigos,

Me invitas a que olvide el bullicio de

la equivocada vida.

Me llamas para que acaricie

tu relajante e inmensa textura,

con el lento caminar de mis estrangulados píes,

estrangulados hasta el final, como un indeseado

orgasmo entre los zapatos del deber y el sudor que me brota, a falta de las lágrimas, que ya se han ido.

Gracias Arena de la Playa, por invitarme a ser libre,

aunque sean unos minutos,

sintiendome parte de ti.

Fotografía y Texto por; José R. García.